Por LAE Gustavo Filobello Niño

La fotografía que circuló en medios es contundente. En el recién remodelado estadio de fútbol Luis “Pirata” Fuente,  con  boleto económico de la zona alta en la esquina sur y por un gigante bloque de concreto  solo te dejará ver la mitad de la cancha. 

Porque además de pasillos angostos, butacas pequeñas, baños tapados y el pasto de la cancha quemado y en mal estado, las expectativas del renovado estadio eran muy altas contra lo que se encontraron: Un estadio gris.

Ante las críticas, la gobernadora Rocio Nahle tuvo que entrarle y anunció  más  dinero para resolver lo que “con ingeniería se puede hacer”, pero en el fondo, lo malo es el diseño, una pésima ejecución de la obra y un tufo de alta corrupción. 

En el diseño. Como ejemplo, si estamos construyendo nuestra casa y tenemos el plano pero durante el proceso de la obra notamos que algo no va bien, que la escalera al segundo piso está mal distribuida, pues paramos trabajos, nos volvemos a reunir con el arquitecto y lo resolvemos.  En el caso del estadio Pirata les valió. Nadie lo supervisó, o al menos alertó. Trabajaron como autómatas siguiendo un mal plano de construcción. Y los directores de obra? ¿Dónde estaban? Por que deben haber responsables.

En el presupuesto. La remodelación del estadio inició con un presupuesto autorizado de 400 millones y nos terminó costando al menos, 1,600 millones, 4.2 veces más de lo inicial. Una pésima planeación financiera. Pero además de costoso y con los errores de construcción e de isóptica ya señalados, le van a meter mas lanita para arreglarlo, algunos estiman otros 120 millones de pesos adicionales, llegando a 1,720 millones ¿En verdad eso costó? ¿O es que hubieron moches?

Obra para nada. Este estadio, emblema y santuario de los jarochos, es para nada. Porque no hay equipo de fútbol profesional que juegue en el. No hay de primera división, como lo merecemos por ser una de las mejores aficiones del país, pero tampoco de la liga de expansión. ¡No al menos para esta temporada!. Entonces ¿para qué se remodeló y se gastó tanto dinero? Como dicen los abuelos: Primero hay que tener  pollo y después el caldo.

Este es un claro ejemplo de los problemas que heredó la pasada administración estatal.

Pero las verdaderas bombas de tiempo heredadas están en el sector salud, en educación, obras públicas,  y sobre todo en el campo,  donde la falta de un buen trabajo preventivo e inversiones concretas,  no evitó que el gusano barrenador regresara al sur del estado y por culpa de esta plaga, Estados Unidos nos cerró las puertas a las exportaciones de ganado mexicano. Nada más, nada menos. 

¿O usted qué opina?


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