El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, confirmó en la mañana del martes la entrada en vigor de una tregua entre Israel e Irán, según un mensaje publicado en su red social Truth. “Por favor, no la violen”, reclamó. Previamente, a última hora del lunes, Trump había anunciado por ese mismo medio un “alto el fuego total” para acabar con lo que denominó “la guerra de los doce días”. Este conflicto comenzó con los bombardeos lanzados por Israel contra Irán el pasado trece de junio, con el pretexto aún no probado de que Teherán estaba muy cerca de conseguir la bomba atómica. La República Islámica respondió con misiles.
Poco antes de que ambas partes aceptaran el acuerdo este martes, se produjeron ataques cruzados de última hora entre ambos países. El gobierno de Israel dio finalmente su visto bueno al alto el fuego, según un comunicado emitido por la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu.
Irán lanzó al amanecer del martes seis oleadas de misiles sobre distintas regiones de Israel. Los ataques se mantuvieron hasta el último minuto, justo antes de la entrada en vigor de la tregua anunciada por Trump a las seis de la mañana, hora peninsular española, según reconoció el ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi. De este modo, dio a entender que cesarían la ofensiva una vez alcanzado ese punto, aceptando así un alto el fuego anunciado únicamente por Trump.
La última tanda de misiles iraníes provocó al menos cuatro personas fallecidas en Israel, según informaron los servicios de emergencia. Inmediatamente después, el ejército israelí atacó varias lanzaderas de misiles en territorio iraní, provocando al menos nueve muertos, de acuerdo con las autoridades locales.
Las cuatro víctimas mortales israelíes se registraron en la ciudad meridional de Beersheba, tras el impacto de un misil sobre un edificio. En esa ciudad se encuentra el hospital Soroka, uno de los más importantes de Israel, que ya había sido alcanzado el pasado jueves por otro proyectil iraní. En ese mismo centro sanitario están siendo atendidos los heridos del bombardeo de este martes. Dos de las personas fallecidas se habían refugiado en una habitación de seguridad, que recibió el impacto directo del misil, según medios locales.
Horas antes, el jefe de la diplomacia iraní había negado la existencia de un acuerdo, aunque al mismo tiempo afirmó que, si Israel cesaba sus ataques durante el martes, ellos harían lo mismo. “Siempre que el régimen israelí detenga su agresión ilegal contra el pueblo iraní, no tenemos intención de continuar nuestras respuestas”, declaró Araghchi.
Pasadas las seis de la tarde del lunes, hora de Washington, es decir, medianoche en la España peninsular, Trump afirmó que el cese de hostilidades entraría en vigor aproximadamente seis horas después. La televisión iraní confirmó ese dato, y uno de sus presentadores lo presentó, según el diario estadounidense The New York Times, como un triunfo impuesto al enemigo tras el ataque del lunes a una base militar estadounidense en Catar.
No obstante, las explosiones en ambos países continuaron escuchándose en las horas posteriores a la publicación del mensaje de Trump, en el que daba por resuelta la crisis.
“Felicidades a todos”, escribió Trump en Truth el lunes. “Israel e Irán han acordado que habrá un alto el fuego total”. El mandatario estadounidense afirmó que la tregua se haría efectiva a medianoche en Washington, es decir, a las seis de la mañana en España. Luego, el presidente republicano expuso una hoja de ruta algo confusa: “Oficialmente, Irán iniciará el alto el fuego”, y, doce horas después, “será el turno de Israel”. “Cuando hayan transcurrido veinticuatro horas, el mundo anunciará oficialmente el fin de la guerra de los doce días”, aseguró. En un mensaje posterior, añadió: “Israel e Irán vinieron a mí, casi al mismo tiempo, y dijeron: ‘Paz’. Entonces supe que era el momento”.
La agencia británica de noticias Reuters señaló el papel esencial del primer ministro de Catar, el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, a la hora de convencer a Teherán de aceptar la propuesta estadounidense de alto el fuego. Lo logró, según un funcionario catarí, mediante una llamada a las autoridades iraníes.
En una charla con un grupo de reporteros en Washington, un funcionario de la Casa Blanca confirmó el papel crucial del primer ministro catarí. También explicó que el vicepresidente estadounidense, James David Vance; el secretario de Estado, Marco Rubio; y el enviado de Trump para Oriente Próximo, Steve Witkoff, colaboraron en la tarea de llegar a un acuerdo entre las partes. Nadie quiere quedar fuera de la foto.
A Trump, por su parte, le gustó el nombre que ideó para la escalada bélica entre Irán e Israel, que ha mantenido en tensión a la región durante las últimas dos semanas. “Suponiendo que todo funcione como debería, que así será, felicito a ambos países, Israel e Irán, por su resistencia, coraje e inteligencia para poner fin a lo que debería llamarse ‘la guerra de los doce días’, que podría haber durado años y haber destruido todo Oriente Próximo”, escribió en Truth. “Que Dios bendiga a Israel, que Dios bendiga a Irán, que Dios bendiga Oriente Próximo, que Dios bendiga a los Estados Unidos de América y que Dios bendiga al mundo”, concluyó Trump.
El anuncio se produjo dos días después de que Estados Unidos realizara una serie de potentes bombardeos sobre las bases nucleares iraníes de Fordow, Natanz e Ishafán. La Casa Blanca calificó ese ataque como un “éxito espectacular” y dio por “total y completamente destruidas” esas tres instalaciones de enriquecimiento de uranio, aunque al día siguiente las autoridades estadounidenses no pudieron confirmar dicha destrucción. La decisión de bombardear puso fin a más de cuatro décadas de contención por parte de Washington en su relación con Teherán.
Irán respondió el lunes con una tímida represalia: el lanzamiento de misiles contra la base estadounidense de Al Udeid, la más grande que tiene Washington en Oriente Próximo, situada en las afueras de la capital catarí, Doha. El ataque no causó víctimas y trece de los catorce proyectiles fueron interceptados antes de su impacto, según explicó Trump.
Antes de lanzar esos misiles, Irán avisó a las autoridades cataríes y a las de Washington, según informó The New York Times, lo que hizo pensar que su intención no era causar el mayor daño posible, sino simplemente no dejar sin respuesta la provocación estadounidense.
Trump agradeció a Teherán ese aviso previo: “Irán ha reaccionado oficialmente a nuestra destrucción de sus instalaciones nucleares con una respuesta muy débil, algo que esperábamos y que hemos contrarrestado con gran eficacia”, escribió el presidente en su red social. “Quizás Irán pueda ahora avanzar hacia la paz y la armonía en la región, y animaré con entusiasmo a Israel a que haga lo mismo”, añadió. Pocos minutos después, publicó un nuevo mensaje: “Mis felicitaciones al mundo, es tiempo para la paz”.
Los mercados financieros respondieron positivamente a la respuesta moderada de Irán, así como al anuncio de Trump sobre el alto el fuego con Israel. El precio del petróleo llegó a bajar hasta un siete por ciento el lunes, una tendencia que continuaba en los primeros compases del martes. Con este acuerdo, parece alejarse la opción que más se temía en el ámbito económico y energético: que Teherán ordenase el cierre del vital estrecho de Ormuz, por donde transita una cuarta parte del petróleo y una quinta parte del gas que se consume en el mundo.
Con información tomada de Luis de Vega del diario El País.